Viajar logra que rompas con la cotidianeidad y que puedas disfrutar del sentimiento de bienestar que nace de la exploración y el descubrimiento. Te obliga a salir de la rutina y permite que afloren facetas que pueden estar dormidas por la costumbre.
Los viajes te llevan a lugares menos predecibles y en lugares desconocidos aparecen contingencias inesperadas que le dan emoción y sentido de aventura a la situación.
Viajando todo es adrenalina y emoción
Salir de la zona de confort y ampliar horizontes estimula tus capacidades intelectuales, te hace más creativo y desarrolla muchas de tus habilidades sociales y emocionales.
Viajar es una fuente de creatividad
Se dice que un viaje se disfruta 3 veces: cuando lo planeás, cuando lo realizás y cuando lo recordás. Las tres etapas exigen creatividad.
La requiere al momento de elegir el sitio hacia donde vas a viajar. Tenés que ver, leer y esatr seguro de lo que te gusta, lo que buscás y lo que te puede ofrecer cada destino.
Cuando realizás el viaje, tu creatividad debe salir a escena, sí o sí. Llegarás a sitios que desconocés o que, al menos, son poco habituales para vos. deberás adaptarte a los usos y costumbres, a la comida, a las rutinas, a la forma de desplazarte, etc. Además, si el viaje es lejano, también tendrás que adaptarte a otras maneras de interacción social y a un idioma distinto.
Al recordar tu viaje, también elegirás una manera de organizar y darle significado a esos recuerdos. Los recreás, los asociás y elegís los aspectos más relevantes del viaje. Es el momento de interpretar lo que viviste.
Todos esos procesos desarrollan actividades intelectuales. es casi como escribir un libro. Es como diseñar, ejecutar y evaluar un proyecto.
La experiencia es sumamente intensa y estimulante y, al regreso, jamás volverás a ser el mismo.
La experiencia de viaje te mejora como ser humano
El hecho de viajar siempre te expone a experiencias enriquecedoras. hay una sabia frase que dice:
“El fascismo se supera leyendo y la intolerancia viajando”
Y es que un viaje te libera de muchos prejuicios, especialmente si visitás un lugar en el que te deberás sumergir en una cultura diferente a la de tu origen, que contraste con tu realidad habitual. Vas a comprender que ninguna cultura es más o menos, mejor o peor… es simplemente diferente.
También está comprobado que las personas que disfrutan de unas vacaciones, al menos dos veces al año, tienen un riesgo más bajo de sufrir depresión. De hecho, viajar es un gran antídoto contra la tristeza, porque de un modo u otro te dispone a pensar y ver todo de una manera diferente.
Viajar es como un baño de renovación, que permite refrescar tu perspectiva de la realidad y de vos mismo
Viajar también te ayuda a ponerte en contacto con tus sentimientos más genuinos. Liberado de tu entorno habitual, es más fácil que emerjan esas ideas o esas emociones que habitualmente se mantienen en un segundo plano, por la misma influencia del contexto. te verás diferente, liberado de todos los pretextos cotidianos y de todos los factores que quizás te obligan a inhibirte.
Una cosa es mirar la vida a través del cristal del estrés cotidiano y otra muy diferente hacerlo durante uno de esos paréntesis que un viaje permite.
Por eso se puede afirmar que viajar te hace mejor persona. Te renueva, te da nuevos bríos y hace posible que tu vida se llene de más color y magia.
Nunca lo dudes: viajar siempre te lleva a alguna parte. Buen viaje.